EL ESPEJO EMBRUJADO

(Cuento de Fátima Cabrera Lamas Exalumna de la Escuela Benito Juárez 2011-2012)

 

 

Era una vez una mujer que se llamaba María y su esposo Juan, vivían en una casa pequeña pero eran muy felices, hasta que un día la señora recibió una llamada extraña en la que le decían que fuera a recoger unas pertenencias de un familiar de su esposo. La señora no quiso decirle nada a Juan y decidió ir ella sola. María fue a la dirección que le habían indicado y al llegar vio que la puerta estaba abierta, la señora entró —¿Hay alguien en este lugar? Del segundo piso salió el fantasma de una mujer vestida toda de negro que le decía: —Pase usted por la caja que está en la mesa de allí enfrente— la señora recogió la caja pero sin voltear salió de prisa de esa casa.

Cuando regresó a su casa, comenzó a sacar las cosas que venían en esa extraña caja, eran: ropa vieja, una foto y un espejo con un marco muy bonito al parecer de oro; al verse ella en él quedó impactada… desde ese momento la vida de la pareja cambió por completo, ella se volvió fría y mala con su esposo y toda la gente que la rodeaba. Un día Juan encontró la caja y vio la foto, recordó que era de su primo que había muerto en un manicomio cuya mamá había sido muy mala con él hasta que ella murió, decía la gente que era bruja y había embrujado un espejo, y que la persona que lo encontrara la volvería a la vida.

El señor pensó que eso le había pasado a su esposa y que en realidad no era ella pues el espíritu de la bruja se había posesionado de su cuerpo. Juan trató de ayudarla, pero se dio cuenta que ya no podría ya que su alma se había encerrado en el espejo y no sabía cual era. Buscó y rompió cada espejo que encontró en la casa hasta que dio con el que estaba su esposa quien al romperlo volvió a la normalidad por lo cual él creyó haber terminado con el embrujo, pero no fue así. Ellos se fueron de esa casa para no volver jamás tratando de borrar toda esa pesadilla vivida allí. Después de tiempo llegó a esa casa otra gente, esposa, esposo y su hija, una muchacha llamada Sofía. Ella encontró el espejo roto y se puso a acomodarlo y pegarlo hasta que lo logró, en ese momento salió de él una risa terrorífica…

LA CASA EMBRUJADA

(Cuento de Tania Nazareth Vázquez Lamas Exalumna  de la Escuela Benito Juárez 2011-2012)

 

Había una vez una casa muy bonita pero en ella había muerto una niña. Un día unas personas llegaron y compraron esa casa, la niña cada noche se aparecía en el baño. Una noche Laura, una muchacha que vivía en esa casa, se levantó y fue al baño, cuando se estaba lavando las manos en el espejo se aparecieron unas letras que decían: Ayúdame por favor la muchacha asustada corrió a su cuarto y se encerró muy bien.

A la mañana siguiente volvió al baño y las letras aparecieron otra vez, Laura se animó a hablar ¿Para qué quieres mi ayuda? ante ella se apareció la niña, aquella que en esa casa había muerto y le dijo que no había podido descansar en paz debido a que una señora la había matado.

La muchacha corriendo fue a decirle a su mamá y se pusieron a rezar, cuando Laura regresó al baño, la niña ya no estaba. Avisaron a la policía y en las investigaciones descubrieron que efectivamente en el piso de un cuarto estaban los restos de una niña como de 10 años que en vida llevaba el nombre de Elia y vivía en la casa con su madrastra quien desde hace tiempo no se sabía de ellas.

Sepultaron los restos de Elia en un lugar del panteón donde pudiera descansar en paz. Ahora aquella señora que la asesinara, se encuentra en la cárcel por matar la niña aquella que nunca volvió a aparecer en esa casa. Desde ahora todos los que viven en ella pueden vivir tranquilos y felices para siempre.